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martes, febrero 14, 2006

Y venía de sesgar / y con la morisca al hombro

Medios piadosos corrigen la culta hispaniparla del Presidente del Gobierno. Ahora bien, el problema es que también, como dijo, sesga las vidas el terrorismo. No sabemos si sesga, si tuerce, lo que alguna fue mínima elegancia de algunos. Puede que no la hubiese nunca y puede que el problema sea que el sesgo a todos se nos supone. No es lo que se dice que se hará, sino quién lo hará. Nosotros venimos del sesgo y sesgamos todos.
El Comisionado dice que la universidad le necesita. Para sus tres o cuatro años de gloria, hay quien no pierde la ocasión de afearle el estornudo. Haga lo que haga. Suerte del Comisionado pues le igualan deméritos y azares. O sea, que los azares también resultan sesgados, según la aberración del cristal con que.
Las agendas se sesgan a favor de la querencia. Los hechos y su relato sesgado rebotan hacia un nuevo balance del sesgo. Sesgados entre peñascos avisa una voz y los nautas ignoran el sesgo de la quilla y el torcido mástil. Apocalipsis sesgado. La muerte siega sentada. Sesgo automático. En un viejo país sesgado, ineficiente, débil e inconsistente. Esto es la descojonación. ¿Hacia qué lado sesga usted?

3 comentarios:

pdro dijo...

Cargo del izquierdo, como Dios manda.

Anónimo dijo...

Yo ando desasosesgado, creo. Pero debe de ser mi sesgo.

pdro dijo...

Ah, el equilibrio.