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domingo, septiembre 17, 2006

Azar contiguo y sin ti

Dio en pensar que su vida, su más o menos satisfactora situación, era resultado de una serie de azares, no tanto, aunque también, esa su favorable situación, sino sobre todo su profesión, su lugar de residencia, su familia o su lugar de vacaciones.
Daba por buena similar conclusión para su mujer, pues -como casi siempre- ella y él bien podrían no haber coincidido nunca: Sus vidas por separado le sonaban como narraciones tan convicentes como su biografía registrada o como su memoria. Y llegó también a idéntica conclusión en lo que hacía a toda su familia, a todos sus miembros, con sólo repasar cómo se habían ido anudando los lazos que la habían ido constituyendo en el poco más de un siglo en que podía reconstruir la historia de ésta, no con archivos que no se molestaría nunca en investigar, sino con los recuerdos y relatos que había reunido en una vida no carente de reuniones familiares con sus inevitables tiempos muertos y anécdotas contadas siempre como si fuera la primera vez.
En cambio, la vida de todos los demás, amigos, colegas, conocidos (vidas de las que podía saber bastante), era una bien delineada sucesión de hechos que se habían ido haciendo necesarios unos a otros, siempre según la bien pautada sentencia del tiempo.
Concluyó que su visión sesgada, con sus dos estilos o géneros narrativos tan bien distribuidos, obedecía a una diferencia real entre un círculo más próximo -o, quizá, de una naturaleza más pregnante- y un mundo exterior -aunque incluyese amigos íntimos- de un orden más mecánico y predecible , diferencia que había determinado necesariamente ese sesgo del que no veía manera, ya lo intentase por juego, de escapar.
Que el reino de la libertad (de una libertad como tal absurda e impotente, su negación) se identificase con el ámbito familiar le pareció que era un síndrome merecedor de un nombre propio, que acabase por conducir en breve plazo a una bien articulada bibliografía técnica.
Ahora anda embarcado en las averiguaciones de rigor, por ver si alguien se le ha adelantado en su descubrimiento científico.

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