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jueves, enero 11, 2007

Microepopeya

La historia de un héroe y de su pueblo. Su pueblo es una abigarrada caravana, una columna obviamente no motorizada. El héroe no ha tanto de protagonizar singulares combates en batallas que de lejos parecen como apocalipsis como de participar en experiencias iniciáticas o simbólicas. Condenada esa raza que atraviesa los continentes sin ver nunca un mar que no sean brumas, condenada a perderse y condenada al olvido que apenas estas líneas sospechan, el héroe cambia de pueblo como de caballo de corta alzada en medio de la estepa, moteada en aquellas vastedades de montículos que son monumentos mortuorios de inmortales pasados, pero el héroe no desespera. Ese es el truco. Que el héroe cambie de pueblo o que el pueblo cambie de héroe. Mejor aún y más democrático, que el pueblo cambie de pueblo.

P.S.: Quedaría el héroe que cambia de héroe, pero como decía el poeta , el héroe lo es hasta que "the age discovers he is not the true one". Esto es, sólo hay un héroe.

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