Vistas de página en total

lunes, febrero 04, 2008

A quién se le cuentan las cosas

El poder, es sabido, lo es porque dispone y maneja más y mejor información. ¿Hasta qué punto esto es así o no es también el caso que el poderoso (o el que dispone de buena información y sabe manejarla) atrae más y mejor información y no sólo porque sabe atraerla –porque organizar un buen servicio de información es una tarea indispensable–, sino porque simplemente así son las cosas ?
En otras palabras, ¿tendemos a facilitar al que percibimos como poderoso más y mejor información? ¿Es ésta una estrategia racional del subordinado? –Éste da y arriesga lo que piensa que es menos que lo que piensa que puede ganar. ¿Es un rasgo innato de valor adaptativo?
Volviendo ahora al comienzo, ¿será el poder una asimetría que crece sobre la base de una primera estimación de la asimetría? Un partícipe decide aportar una información al otro porque de esa manera intenta conseguir, por ejemplo, otra información u otras ventajas: por ejemplo que, temiendo la muerte y dispuesto a ser esclavo, lograr que el otro no lo mate
Sin embargo, en política nunca hay partidas sin comenzar a jugar y todos entramos con algunos dados ya echados. Por eso, seguramente, no tiene sentido hablar de conductas racionales ni de individuos cuando es muy difícil cambiar de papel, esto es, lo que uno sabe hacer.

1 comentario:

marideliwes dijo...

Yo pienso que el poder hoy no estaría tanto en poseer y manejar mucha información como en tener capacidad de distribuirla y convertirla en influenciable. Quizá por eso le demos más información al poderoso, con la vana esperanza de que nuestras ideas alguna vez puedan llegar a él y, por lo tanto, ser "dignas" de ser distribuidas e influenciables. Es una idea, vamos :)